Siete Hábitos Para Cultivar La Creatividad Y Cambiar El Mundo. Parte VI
En una cultura obsesionada con "hacer" a los
niños independientes desde el nacimiento, hacemos un gran daño a nuestra
creatividad. La creatividad es un proceso de colaboración y todo lo que se crea
es simplemente una nueva versión de lo que era antes. La creación de una nueva
persona, por ejemplo, proviene del empalme y la reconfiguración del ADN de sus
padres. Del mismo modo, para abordar cualquier problema de manera creativa,
tenemos que ser capaces de conectar todas las partes, para poder descubrir
interacciones e interrelaciones inesperadas que de otro modo no habríamos
visto. Las personas que son creativas tienden a tener la tendencia a ver la
mayoría de las cosas (incluidas ellas mismas) como una parte de un todo más
grande, donde pueden influir y moldear activamente el mundo en el que viven.
Para ser creativos debemos desafiarnos a nosotros mismos para ver interdependencia,
en lugar de buscar estar solo y aislado en el mundo.
Hábito # 7: Mantener una fuerte ética de juego.
Una fuerte ética de trabajo es una cualidad altamente
valorada por muchos. Sin embargo, está en juego que todas las partes y piezas
fluyen hacia la totalidad de la creatividad. Las empresas cuyos resultados
dependen de altos niveles de creatividad, como los desarrolladores de software
y las agencias de publicidad, entienden este principio extremadamente bien.
Estos lugares de trabajo se asemejan más a un parque infantil de color y
libertad, en lugar de una oficina, donde se fomenta y alienta una auténtica
ética de juego y cultura.
El juego (que es distinto de la competencia y los
deportes) nos permite abandonar el dogma preimpuesto. En el juego somos libres
de movernos de manera multidimensional e ilógica (mental y físicamente), de
probar diferentes combinaciones y roles, de reírnos de nosotros mismos, de
actuar sin miedo al fracaso, a la vergüenza o a la comparación, y de ser
totalmente guiados por nuestra curiosidad y nuestro sentido del descubrimiento.
En el juego, realmente podemos conectarnos unos con otros, con el problema en
cuestión y con nuestros corazones. Lejos de estar limitado a los juegos y los
niños, la introducción de un sentido del juego en cualquier contexto que
queramos cambiar es la forma más directa de ser creativo.
Con la posibilidad de que, como adultos, podamos volver a
aprender a jugar creativamente, tengamos la mayor esperanza de resolver lo
imposible de resolver y cambiar el mundo en el proceso. ¡Importante! Conviértete En Facilitador De Procesos De Cambio Con PNL. Da Clic Aquí
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