La Virtud De La Asertividad. Parte II
Lo que creo no es importante... Lo que siento no importa
... Lo que quiero no cuenta
Cuando las personas no son asertivas, gravitan con la
agresión o la sumisión, según el tipo de personalidad o el estado de ánimo.
Y a menudo el mismo individuo vacilará entre la agresión
y la sumisión ... o actuará de manera que combine los dos:
• Pasivo-Agresivo: expresar la ira de forma encubierta,
por ejemplo, "olvidar" las peticiones de los demás o planear la
venganza.
• Manipulación: jugar a la víctima o mártir para que los
demás sientan pena por ellos o cuiden de ellos.
La virtud de la asertividad
La afirmación nos permite:
• expresarnos honestamente
• Considerar cómo se sienten los demás
• Sentirnos bien con nosotros mismos
• asumir la responsabilidad
• Negociar productivamente
• Ir a una resolución de ganar-ganar
Todas las virtudes obvias y valores positivos! Entonces, ¿por qué muchos de nosotros no
somos asertivos más a menudo?
Bueno, la razón más frecuente es el miedo al rechazo o la
desaprobación. Y este no es un miedo irracional. De hecho, a algunas personas
puede que no les guste lo que afirmamos. Es decir, puede que no nos gusten (al
menos ese aspecto de nosotros, en ese momento).
Estar en paz con la desaprobación requiere una autoestima
bastante saludable.
Un ingrediente esencial para construir la autoestima es
la afirmación. Cuanto más a menudo nos expresemos honestamente, más nos
sentiremos bien con nosotros mismos.
Una advertencia: ¡La afirmación no es una garantía de que
obtendrás la respuesta o los resultados que deseas!
No hay tal garantía. Pero, además de todos los beneficios
enumerados anteriormente, la afirmación tiene muchas más posibilidades de
obtener esos resultados que la agresión o la sumisión. Al menos a largo plazo y
sin la reacción negativa inherente a esas alternativas.
¿Pero debe uno ser siempre asertivo?
Sostenemos que siempre debes ser asertivo... en tus
pensamientos. Pero, no necesariamente en expresar esos pensamientos. En muchas
ocasiones puede haber circunstancias en las que las consecuencias de la
afirmación vocal puedan ser bastante negativas. Por ejemplo, cuando se trata de
una persona agresiva con autoridad o cuando se nos amenaza con violencia.
A veces, mantener el silencio es la acción más sabia y
asertiva que se debe tomar. No respaldar las acciones o declaraciones de otra
persona, sino silencio... o, quizás, reconocimiento. Algo como: oigo lo que
dices; sin agregar: estoy de acuerdo. ¡Importante! Conviértete En Facilitador De Procesos De Cambio Con PNL. Da Clic Aquí
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