miércoles, 13 de diciembre de 2017

Ejercicios Para Dejar De Estar Obsesionado. Parte II

Ejercicios Para Dejar De Estar Obsesionado. Parte II

Debido a la vergüenza, nos preocupa cómo otros nos perciben, lo que provoca ansiedad y puede mantenerte obsesionado con respecto a lo que otras personas piensan de ti, incluidas las acciones pasadas, presentes y futuras, particularmente antes o después de cualquier tipo de actuación o comportamiento, donde otros están observando, y durante las citas o después de una ruptura. La vergüenza también crea inseguridad, duda, autocrítica, indecisión y culpa irracional. La culpa normal puede convertirse en una obsesión que lleva a sentir vergüenza, y que puede durar días o meses. La culpabilidad normal se alivia al hacer las paces o al tomar medidas correctivas, pero la vergüenza perdura porque es "nosotros" quienes somos malos, no nuestras acciones.
Obsesiones y relaciones
Los codependientes generalmente se obsesionan con las personas que aman y cuidan, incluidos sus problemas. Pueden obsesionarse y preocuparse por el comportamiento de un alcohólico, sin darse cuenta de que se han vuelto tan preocupados con él como el alcohólico con el alcohol. Las obsesiones pueden alimentar los intentos compulsivos de controlar a los demás, como seguir a alguien, leer el diario de otra persona, correos electrónicos o textos, diluir botellas de licor, esconder llaves o buscar drogas. Nada de esto ayuda, pues solo causa más caos y conflicto. Mientras más obsesionados estamos con alguien más, perdemos más de nosotros mismos. Cuando se nos pregunta cómo estamos, podemos cambiar rápidamente el tema para hablar sobre la persona con la que estamos obsesionados.
En una nueva relación romántica, es normal pensar hasta cierto punto en nuestro ser querido, pero para los codependientes, a menudo no termina allí. Cuando no nos preocupamos por la relación, podemos obsesionarnos con el paradero de nuestro compañero o crear guiones celosos que dañen la relación. Nuestras obsesiones también pueden ser placenteras, como las fantasías sobre romance, sexo o poder. Podemos imaginar cómo queremos que sea nuestra relación o cómo queremos que actúe alguien. Una gran discrepancia entre nuestra fantasía y la realidad puede revelar lo que nos falta en nuestra vida.¡Importante! Conviértete En Facilitador De Procesos De Cambio Con PNL. DClic Aquí

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