jueves, 7 de junio de 2018

Controla Tu Ansiedad. Parte II

Controla Tu Ansiedad. Parte II

Controla Tu Ansiedad

Una gran parte de la ansiedad es originada por nuestras reacciones. Cuando la ansiedad se desencadena en nuestros cuerpos, experimentamos síntomas físicos. El segundo mordisco que toma el monstruo de la ansiedad es nuestro miedo a esos síntomas. Mientras menos miedo tengamos de esos síntomas, la ansiedad tendrá menos control sobre nosotros. Solo la práctica activa desensibilizará nuestro sistema nervioso.

Funcionando con altos niveles de ansiedad

La mayoría de las personas que experimentan un alto nivel de ansiedad (8 o más) encuentran muy difícil enfocarse en cualquier cosa que no sea su ansiedad. Esto hace que sea muy difícil usar cualquiera de tus técnicas de calma. ¡Por eso es tan importante practicar, practicar y practicar! El tiempo para practicar no es cuando estás en modo crítico, sino cuando experimentas una leve a moderada ansiedad. Es durante esos momentos que controlas la ansiedad con tus técnicas de respiración o meditación o lo que sea que hayas encontrado que funcione para ti.

Realmente es así de simple, si practicas algo, cuando llega el momento de usarlo, serás más capaz de hacerlo que alguien que no lo haya practicado. ¡Claro y simple!
Si todo lo demás falla, recuerda esto, esto es desagradable, pero no peligroso. Si tienes ansiedad en un nivel de 8, es desagradable, ¡PERO NO ES PELIGROSO! Debes recordar eso sobre todo lo demás. Los sentimientos a este alto nivel de ansiedad son tan abrumadores que es muy fácil responder a la falsa alarma que suena en tu cuerpo, y puedes llegar a concluir que realmente el peligro está cerca. Mira a tu alrededor, ¿alguien más está entrando en pánico? ¿No? Entonces nada está mal, estás experimentando una falsa alarma, algunos químicos están fuera de lugar en tu cerebro sensibilizado.

Siempre permítete salir

Te desafío a enfrentar al monstruo de la ansiedad de frente. Pero, no puedes ganar la guerra en solo una batalla. Puede tomar varios intentos, incluso varios meses antes de que sientas la mejoría suficiente para darte cuenta de que estás ganando la guerra. Es por eso que, antes de que comiences la batalla, tengas una salida. Huir del monstruo de la ansiedad nunca funciona. Puedes sentirte mejor, pero el monstruo sabe que te venció. Y te estás entrenando para huir cada vez que te enfrentas al monstruo. Una salida es diferente. Una salida es simplemente un contrato que has hecho contigo mismo de antemano. En dicho contrato aceptas tomarte un descanso y volver a la situación de una manera más manejable en el futuro cercano. Si lo haces, asegúrate de volver a la pelea tan pronto como sea posible. Cuanto más esperes, más difícil será regresar.       ¡Importante! Conviértete En Facilitador De Procesos De Cambio Con PNL. DClic Aquí

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