Controla Tu Ansiedad. Parte III
Pequeños pasos
Usa imágenes para luchar contra el monstruo de la
ansiedad en tus términos. Visualiza o imagina el lugar o la situación que te
causa ansiedad. Cuando el monstruo aparezca, comienza a trabajar para disminuir
tu ansiedad. Mantén los ojos cerrados cuando uses imágenes. Tu salida está
abriendo tus ojos. Este ejercicio está bajo tu completo control. Lucha contra
el monstruo y siente que tus niveles de ansiedad disminuyen. Si se vuelve
demasiado insoportable, abre los ojos. Estás a salvo, tienes el control. Antes
de comenzar un ejercicio como este, debes saber qué es exactamente lo que vas a
hacer para luchar contra el monstruo, saber cuál es tu salida y saber que
tienes el control completo.
De nuevo, esto requiere práctica. Quédate con él y está
garantizado que tendrás resultados. Una vez que puedes controlar al monstruo
usando imágenes, es hora de subir un escalón y buscar al monstruo en su propio
terreno. Si, por ejemplo, tienes problemas para conducir, imagínate conducir en
un entorno cómodo en tu hogar y trata tu ansiedad según tus condiciones. Una
vez que tengas control total sobre tu ansiedad mientras estás en tu casa, es
hora de dar un paso más. Simplemente siéntate en tu automóvil y comienza el
ejercicio de nuevo. Siéntate, relájate, siente la ansiedad cuando se produce;
una vez que tu nivel de ansiedad sea 4 o superior, empieza a disminuirla. Una
vez que hayas dominado esta sesión en tu automóvil, da un pequeño paseo en tu
vecindario o encuentra un estacionamiento vacío y repite el proceso. Desde
allí, busca un lugar donde puedas ir un poco más rápido, y así sucesivamente
hasta que estés conduciendo en la autopista y controles la ansiedad por
completo.
Relato De Cómo Alguien Venció Su Ansiedad
Una persona tenía ataques de ansiedad cada vez que
manejaba con alguien en su automóvil.
Esta persona decidió hacer algo acerca de este problema.
Comenzó a jercitarse para vencer al monstruo de la ansiedad. Él mismo nos lo
cuenta: “Usando imágenes, me senté en mi cómoda silla favorita en mi casa y
cerré los ojos. Llamé al monstruo de ansiedad y le dije que no me iba a
molestar más. Concentré mis pensamientos y comencé a soñar despierto acerca de
dar un paseo en auto con mi familia en la autopista. Traté de hacerlo lo más
real que pude en mi mente. Es cierto que tuve problemas para mantenerme
enfocado al principio. Me imaginaba estar en el auto y conduciendo por la
autopista, pero mi cerebro deambuló y comencé a pensar en otras cosas. No pude
expresar ningún sentimiento de ansiedad y el monstruo no apareció.” ¡Importante! Conviértete En Facilitador De Procesos De Cambio Con PNL. Da Clic Aquí
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