Practica Creatividad. Parte IX
De los proyectos creativos que has comenzado a lo largo
de los años, ¿cuántos has terminado realmente? Recuerda, "crear"
significa "traer algo a la existencia completa". Si tus proyectos
creativos son ideas iniciadas que nunca se han completado, no cuentan como
esfuerzos creativos. Lo siento, pero estos son solo esfuerzos abandonados
esperando pacientemente tu atención honesta.
Todos tenemos "esfuerzos abandonados"
escondidos en algún lugar en casa, en nuestros cajones, en el disco duro de
nuestra computadora, incluso en nuestra mente: un guion que tiene veinticinco
páginas antes de completarse; un proyecto de bordado, colcha o tejido de punto incompleto;
una librería que construimos en el garaje pero nunca barnizada o colocada en el
dormitorio de nuestro hijo; un automóvil antiguo que hemos estado
reconstruyendo durante los últimos diez años; un idioma extranjero que nunca
aprendimos a hablar con fluidez; un baile que nunca aprendimos a bailar sin
pisar a nuestra pareja o causar vergüenza pública; una receta para los
utensilios de cocina especiales que compramos pero que nunca hemos
desempaquetado; una idea para expandir nuestro negocio, que nunca llegamos más
allá de escribirla en nuestro bloc de notas; y así.
¿Qué nos hace abandonar nuestros proyectos creativos y
traicionar la alegría de crear? Una explicación habitual es que detenemos el
proceso creativo porque cedemos al "miedo a la crítica" o al
"miedo al fracaso". Esto sólo es cierto en parte teniendo en cuenta
que, en realidad, nos ocupamos en muchos esfuerzos autodestructivos, haciendo
caso omiso de las críticas e invitando al fracaso en nuestra salud, las
finanzas, así como en la vida personal y profesional: nos entregamos a la
comida basura sabiendo que nuestro nivel de colesterol subirá; vemos
innumerables horas de televisión, descuidando la comunicación con amigos,
familiares y seres queridos; gastamos dinero compulsivamente, sabiendo que
estamos dañando nuestro crédito; cortamos esquinas en el trabajo, sabiendo que
con el tiempo seremos descubiertos y llamados a rendir cuentas; y así. La
verdad es que la razón para abandonar proyectos creativos no es nuestro miedo a
la crítica, sino nuestro miedo al compromiso con un proceso desafiante, y
punto. Está en nuestra naturaleza abandonar un hábito creativo cuando surgen
dificultades que causan incomodidad, y se entrega uno a hábitos destructivos
simplemente porque son fáciles e inmediatamente gratificantes.
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