Controla Tu Ansiedad. Parte I
Aunque sufrimos de ansiedad, la vida todavía continúa.
Necesitamos aprender a controlar la ansiedad para que podamos seguir viviendo y
prosperando. La mayoría de las personas que sufren de ansiedad viven una vida
normal. Tienen familias, trabajan, aman, crían niños, toman vacaciones y se
parecen a todos los demás. La diferencia es que podemos sentirnos ansiosos o
sufrir un ataque de pánico en cualquier momento. Estos ataques pueden abarcar
desde un debilitamiento total hasta una leve molestia. Algunas personas pueden
ocultar sus ataques sin que nadie a su alrededor se dé cuenta. Para algunos
desafortunados, la ansiedad es tan abrumadora que controla sus vidas y su
estilo de vida, y su comportamiento se basa completamente en su ansiedad.
Cualquiera que sea la categoría en la que puedas caer,
debes saber que es posible funcionar
incluso mientras experimentas ansiedad.
Escala de miedo
Mantén un diario en el que anotes a diario lo que sientes
que es tu nivel de ansiedad. 0 = Sin miedo, completamente relajado, 10 = El
peor miedo que hayas tenido, pánico total. 4 a 8 representan una zona de
incomodidad de niveles de ansiedad elevados en los que la mayoría de las
personas puede seguir funcionando. Si
tienes 8 o más, es muy difícil enfocarte en algo diferente a tu ansiedad. Para
las personas de esa categoría, es muy importante que trabajes en diferentes
métodos para reducir tu nivel de miedo a 7 o menos, antes de probar algunas de
las tácticas de este artículo. Puedes manejar eso mediante medicamentos,
técnicas de respiración, ejercicio o meditación. El punto es ser proactivo y
trabajar para reducir tu nivel de miedo a la ansiedad. Si te encuentras en esa
zona, es importante trabajar voluntariamente en esa zona para recuperar tu vida
y eliminar la ansiedad. En otras palabras, es importante MANEJAR LA ANSIEDAD,
en lugar de controlar la ansiedad. Recuerda también que está cambiando el
cableado defectuoso de tu cerebro al no responder a la falsa alarma que se está
emitiendo. Estás entrenando la forma en que tu cuerpo responde (los síntomas
físicos) a tu ansiedad. Al principio, esto puede parecer muy difícil, pero si
continúas trabajando en manejar tu ansiedad, gradualmente notarás que cuanto
menos crédito le des a tu ansiedad, menos efecto tendrá sobre ti.
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