martes, 21 de enero de 2020

Hablar Eficazmente: Cómo Ser Audaz, Pero No Agresivo En Los Negocios

Hablar Eficazmente: Cómo Ser Audaz, Pero No Agresivo En Los Negocios

Sus clientes, sus posibles clientes, sus estudiantes, su audiencia, quieren escuchar su confianza. Quieren tener un sentimiento sólido de ti.
Te buscan para dar una respuesta. Lo que sea que esté ofreciendo, necesitan escuchar su certeza, en sus palabras y tono. Y necesitan verlo en su lenguaje corporal. Necesitas ser audaz.

Qué es la audacia al hablar

Webster define la audacia como mostrar coraje, ser distinto y claro, ser confiado y conspicuo. ¿Cómo se aplica esto a hablar? Cuando hablas, para ser audaz necesitas:

• sea honesto y directo: aquí es donde entra el coraje. Solo diga la verdad. Eso es lo que la gente quiere escuchar.
• Sea claro: tome una posición y dígalo claramente. Olvídate de tratar de complacer a todos o de intentar atraer a todos. Hacer eso hace que su mensaje sea vago, demasiado general e incluso confuso. Así que sé claro.
• Sea directo. ¡De nuevo, tome una posición y solo dígalo! Deja de lado los  minimizadores, los quizás, las dudas.
• Sea Seguro: comunique certeza con una voz fuerte y mostrando su propio entusiasmo por lo que ofrece.

Lo que no es hablar audaz

La audacia no es agresión. Ser audaz es ser asertivo, no agresivo. Eso es algo completamente diferente. Veo mucha confusión aquí, especialmente para las empresarias. Debido a esa confusión, evitan ser valientes al hablar y al hacer presentaciones.

Ser audaz no se trata de ser agresivo o exagerado. No se trata de tener una ventaja hostil para parecer poderoso.

Por qué los oradores se vuelven agresivos

Cuando estás ansioso por hablar, ser un orador audaz puede parecer casi imposible. Muchas personas usan alguna forma de ira para controlar su miedo. Es la ira lo que lo aleja de la audacia y lo convierte en agresión.

Pueden enojarse consigo mismos y regañarse lo suficiente como para forzarse a hablar. O se motivan con un mensaje en modo batalla para encontrar la fuerza para superar el miedo, como un equipo de fútbol en el vestuario.
Cuando aceleras tus motores con toda esa adrenalina, te ves agresivo, tanto en tu expresión facial como en tus palabras. Y la gente corre en la otra dirección, ¿no? No es de extrañar que estés evitando esto.

¿Cuál es la solución?


Sigue estos tres pasos:


1. Evalúe honestamente su propio estilo de hablar y obtenga comentarios externos. ¿Eres audaz, agresivo o (¡ay!) Olvidable como orador?

2. Tenga en cuenta esas cualidades de audacia cuando esté elaborando y dando su charla.

3. Elimine sus miedos de hablar para que no se interpongan en su manera de ser audaz.

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