Cómo Cambiar Tus Creencias Puede Ayudarte A Ser Más Asertivo. Parte I
¿Siempre has querido ser más enérgico, hablar por ti
mismo, expresar tus sentimientos libremente, decir no cuando quieres, y dejar
de tratar de complacer en todo a las personas? Si es así, ¿qué te ha impedido
hacerlo?
Un obstáculo que muchas personas tienen para comportarse
con firmeza es su creencia acerca de las formas aceptables de interactuar con
otras personas. Estos pensamientos se vuelven habituales y se fortalecen con
patrones repetidos de pensamiento y el impacto de las experiencias pasadas.
Tendemos a suponer que estas creencias son una verdad absoluta, y rara vez nos
detenemos a cuestionar su validez.
Cuando desarrollamos creencias positivas acerca de ser
asertivo, es más probable que tengamos un comportamiento asertivo y continuemos
actuando de manera asertiva aún frente a la crítica y la resistencia de los
demás. Es menos probable que uno se sienta culpable después de haber expresado
sus sentimientos y opiniones o haber pedido que se cumplan sus necesidades.
La diferencia clave entre la comunicación asertiva y
otros estilos de comunicación es que la comunicación asertiva es directa
(clara, concisa y directa), mientras que las otras son indirectas (insinuar,
mezclar mensajes y evitar el punto). El comportamiento asertivo ayuda a la
comunicación, mientras que el comportamiento agresivo, pasivo y pasivo-agresivo
lo dificulta.
Ser asertivo significa expresar nuestros sentimientos,
pensamientos y necesidades sin insinuar, jugar, culpar, avergonzar o esperar
que la otra persona lea nuestra mente. Pedimos lo que queremos. Lo expresamos
de manera clara y concisa. Lo decimos de una manera respetuosa. Sabemos que
podemos lidiar con las consecuencias de nuestras declaraciones, sea lo que sea
que resulten.
Aprendemos nuestro estilo de comunicación de las personas
que nos rodean y cómo interactúan entre sí. Si tuviéramos un padre asertivo,
entonces es más probable que nos comuniquemos asertivamente porque sabemos cómo
es ese tipo de comportamiento. Si un padre pasivo o un padre agresivo nos crió,
esos son los estilos que nos son más familiares y que es más probable que
desarrollemos. Entonces, así como aprendimos a ser agresivos, pasivos o
pasivo-agresivos en el pasado, podemos aprender a comunicarnos asertivamente
ahora.
Hay muchos escenarios que pudieran haber alentado a
alguien a no ser asertivo. Algunos de nosotros fuimos castigados cuando
hablábamos, así que aprendimos a ser pasivos y callados. A otras personas se
les dieron mensajes sobre cómo expresarse, como "los niños deben ser
vistos y no escuchados", "no llores o te daré algo por lo que
llorar" o "no seas tonto, no hay nada que hacer".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario