martes, 20 de noviembre de 2018

Relaciones Y Autoconocimiento En Liderazgo. Parte III

Relaciones Y Autoconocimiento En Liderazgo. Parte III


En todas nuestras relaciones experimentamos la tensión entre el deseo de estar cerca, por un lado, y el deseo de estar separados, por el otro. (Esto está muy bien descrito por Peter Steinke en su libro Cómo funciona la familia de su Iglesia). Queremos ser parte del equipo y, al mismo tiempo, queremos estar separados del equipo. Queremos sentir que los demás nos cuidan, que nos valoran y disfrutan de nuestra presencia. Pero también queremos "escuchar" lo que pensamos. Queremos sentirnos cómodos con nosotros mismos cuando no hay nadie cerca. Nunca podremos escapar de esta tensión. Solo podemos aprender a equilibrarlo mejor. A medida que aprendemos a definirnos mejor, también debemos aprender a mantenernos en contacto con los demás.
Si preguntamos a nuestros socios o amigos cercanos, nos dirán si nos experimentan como emocionalmente distantes. Podemos decirnos que no hay nada de malo en ello, pero hay un punto en el que nos volvemos disfuncionales. Querer oponerse a los demás con mayor frecuencia, por un lado, y evadir la confrontación y el conflicto, por otro lado, son signos de volverse disfuncionales. El conflicto es parte de la vida y las relaciones. Podríamos querer justificar la posición diciendo que no queremos crear más problemas y desagrado. La realidad, sin embargo, es que elegimos evadir a los demás y no intentaremos alcanzar una posición de mejor comprensión y apreciación de diferentes puntos de vista. ¿Alguna vez ha experimentado un miembro del equipo que es constantemente obstructivo, claramente inútil para la causa?
¿Qué pasa con el otro extremo de la escala? ¿Qué sucede cuando perdemos el equilibrio al lado de querer estar cerca de los demás? El peligro, como lo señala Steinke, es la fusión emocional. Nuestras emociones se enredan con las emociones de los demás y tenemos dificultades para determinar los límites de nuestra identidad. La necesidad de sentirse aceptado y afirmado se vuelve desesperado. Alternativamente, queremos sentir que nuestro socio o el grupo depende de nosotros. Nuevamente el desequilibrio es peligroso, insalubre y disfuncional.
Conocerse a uno mismo en términos de nuestras inclinaciones para inclinarse peligrosamente hacia un lado de la escala del yo / otros, es un primer paso importante para desarrollar mejores relaciones. Lo que sigue es un compromiso incesante de llegar a los demás en un esfuerzo sincero por hacer que la relación sea lo mejor posible. Al final de nuestra vida profesional, las relaciones que formamos son las que recordaremos y atesoraremos, más que las listas de logros y reconocimientos.       ¡Importante! Conviértete En Facilitador De Procesos De Cambio Con PNL. DClic Aquí  

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