Comprendiendo La Relación Entre El O La Autoestima Y Los
Trastornos Alimenticios
¿Cómo sería si pudieras sentirte positiva acerca de ti
misma?
Para muchas mujeres que sufren trastornos alimenticios,
la autoestima no es prioritaria. A menudo su meta es la supervivencia, en lugar
de la felicidad o sentirse aceptadas y queridas. El desorden
alimenticio puede estar escondiendo desesperanza, auto odio y vergüenza en las
mujeres.
RELACIÓN ENTRE EL O LA AUTOESTIMA Y LOS TRASTORNOSALIMENTICIOS
En una investigación se llegó a la conclusión de que la baja autoestima pone a las mujeres en mayor riesgo de desarrollar desórdenes alimenticios. La baja autoestima a menudo está presente antes del desarrollo de la alimentación desordenada y es un factor de riesgo significativo tanto para la bulimia como para la anorexia.
Según Robson (1989, como en Ghaderi, 2001), la autoestima
es "un sentimiento de satisfacción y autoaceptación que resulta de la evaluación
de una persona de su propio valor, atractivo, competencia y capacidad para
satisfacer sus aspiraciones". Es evidente que la autoestima es
multifacética. Del mismo modo, el desarrollo de los trastornos alimenticios es
complejo, incluyendo factores tales como ambiente familiar, cultural, dieta,
predisposición genética, antecedentes de abuso, edad, factores emocionales y
espirituales, así como la autoestima.
Tres estudios de investigación
independientes encontraron que el desarrollo de la bulimia se predice por las
tendencias perfeccionistas y por la insatisfacción corporal, sólo entre las
mujeres con baja autoestima, mientras que las mujeres con mayor autoestima no
tenían estos factores de riesgo y por consiguiente no desarrollaron bulimia
(Vohs, Voelz, Pettit, Bardone, Katz, Abramson, Heatherton, & Joiner, 2001,
Vohs, Bardone, Joiner, Abramson y Heatherton, 1999, Joiner, Heatherton, Rudd y
Schmidt, 1997).
Respecto a los trastornos alimenticios en la niñez,
respecto a la relación padre-hijo, se ha observado cómo las expectativas
perfeccionistas de los padres trabajan para limitar el desarrollo de la
autonomía del niño, creando un ambiente donde el niño depende más de las
expectativas de los padres que de las necesidades y deseos individuales. Bruch
(1982) postula que a medida que los niños intentan satisfacer demandas
parentales poco realistas, desarrollan un sentido de "no ser
nada". A medida que estos niños llegan a la adolescencia, pueden
desarrollar trastornos alimenticios para definirse a sí mismos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario